“La Constitución real está más allá del texto escrito”

En opinión de Juan Carlos Lancheros, director de la Fundación Derecho Justo, el sistema jurídico está mutando, y ya no es un típico representante del sistema continental o civil law. “Mucho de nuestro Derecho es de creación judicial y no solamente por obra de la Corte Constitucional”, asegura.

En ese sentido, advierte que su reconocimiento exige un gran esfuerzo de reconstrucción de los fallos judiciales, con el fin de simplificar el régimen vigente y ofrecer mayor seguridad jurídica.

ÁMBITO JURÍDICO: ¿Cómo califica el trabajo pedagógico de los derechos consagrados en la Constitución?

 

Juan Carlos Lancheros: Hay avances, pero, en general, los colombianos defienden sus derechos más por intuición, por lo que creen que es justo, que por conocerlos realmente. Este es un fenómeno interesante, porque la Constitución real está más allá del texto escrito y avanza a la par con las reivindicaciones de quienes acuden a la justicia y las decisiones de los jueces que le dan contenido. Mucha de nuestra cultura constitucional nos viene de oídas, a través de pequeñas notas de prensa, radio o televisión. No es una política de Estado, ni mucho menos. Necesitamos una campaña de divulgación renovada en sus métodos y expresiones.

Á. J.: ¿Cómo mejorar la calidad del Derecho en Colombia?

 

J. C. L.: Siempre son reconfortantes los esfuerzos hechos por algunas entidades públicas para poner a disposición de todos aquellas normas que nos rigen y las decisiones que adoptan con base en ellas. Esto habla bien de su transparencia. No obstante, se requiere de un acuerdo al más alto nivel de los órganos del Poder Público, que se materialice en un compromiso visible y público para avanzar con mayor decisión. Ver en lo que se ha convertido el Plan Nacional de Desarrollo, por ejemplo, permite caer en la cuenta de lo lejos que estamos en este punto.

Á. J.: ¿Qué consecuencias tiene ese desconocimiento de la ley?

 

J. C. L.: Muchos de los problemas de corrupción y de ausencia de cultura jurídica que tenemos han sido propiciados por esta maraña incomprensible de leyes que nos regulan. La falta de técnica jurídica, los vacíos y las contradicciones de nuestro ordenamiento son aprovechados por los bandidos, sin que, en muchas ocasiones, los funcionarios llamados a aplicarlo puedan resistirse. Ante la variedad de interpretaciones posibles, el poder de facto de la mafia se multiplica.

Á. J.: ¿Cómo estimular una mayor cultura jurídica?

 

J. C. L.: Es inevitable el uso de términos técnicos al momento de redactar disposiciones jurídicas. Sin embargo, sí es posible hacer mayores esfuerzos para lograr que el Derecho sea más sencillo y comprensible para los ciudadanos. Durante varios meses, en nuestra fundación hemos realizado un ejercicio que busca que las personas puedan tener a su alcance, en pocas líneas, los principales avances de la jurisprudencia constitucional, y los resultados han sido muy estimulantes.

Á. J.: ¿Cómo entender un “Derecho justo”?

 

J. C. L.: Amparados en la Constitución y su eficacia vinculante directa, muchos jueces se atrevieron a decidir sus casos, en especial acciones de tutela, privilegiando la justicia del caso concreto (equidad), más que en leyes abstractas y generales que podrían producir resultados injustos. Gran parte de la confianza que la gente tiene en la Constitución se debe a ello y, aunque este tema se cuestiona permanentemente, recuerde que la idea del “nuevo Derecho” tiene un fundamento sólido que podemos encontrar, incluso, en las ideas de Aristóteles sobre la equidad. Hay quienes piensan que el Derecho injusto no es Derecho y puede que, en el fondo, no les falte algo de razón. Sin embargo, lo cierto es que tenemos normas injustas y que se siguen aplicando, minando la confianza de la gente en el Derecho y estimulando la “justicia por propia mano”. Aunque falta mucho, la supremacía de la Constitución ofrece una alternativa en este punto y le da sentido a la idea de un Derecho justo, más humano y cercano a la gente.

 


 

Juan Carlos Lancheros Gámez

 

Estudios realizados: abogado de la Universidad Javeriana y magíster en Derecho de los Negocios de la Universidad Francisco de Vitoria y del Colegio de Abogados de Madrid (España). Doctorando en Metodología, Fuentes e Instituciones Jurídicas de la Universidad de Alicante (España).

 

Cargos desempeñados: fue Director de Asuntos Políticos y Electorales del Ministerio del Interior y de Justicia y asesor jurídico de la Superintendencia de Sociedades, de la Contraloría de Bogotá y de la Fiduciaria La Previsora.

 

Ocupación actual: Director de la Fundación Derecho Justo, consultor privado y docente.

 

Tomado de Ámbito Jurídico

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