El pensamiento de diseño, o “design thinking”, es una forma de abordar problemas y crear soluciones, centrada en entender a las personas y sus necesidades. Es como ponerse en los zapatos de alguien para realmente entender qué necesita y luego usar esa comprensión para idear soluciones creativas.
Ni es lo mismo ni es igual
El pensamiento de diseño, aunque suena similar, es diferente del diseño tradicional. No se trata solo de hacer cosas que se vean bien (como logos o páginas web), sino de un proceso, una metodología para resolver problemas de una manera creativa y centrada en las personas. Es como un conjunto de herramientas para pensar y encontrar soluciones a problemas complicados, no solo en diseño, sino en cualquier área, incluyendo servicios legales.
La renovación de los servicios jurídicos
Esta metodología se basa en, al menos, 5 pasos clave:
Empatía – Definición del problema – Ideación – Prototipado – Pruebas
Veamos cómo funciona y por qué es útil para renovar la manera en que se prestan servicios jurídicos con un ejemplo sencillo:
Imagina que tienes una firma de abogados y tus clientes, internos o externos, se quejan con frecuencia porque entienden los documentos legales porque son muy complicados. Aquí es donde entra el pensamiento de diseño:
Los pasos del thinking design
Entender el Problema (Empatía): Primero, hablas con tus clientes para entender por qué se sienten confundidos. Te das cuenta de que el lenguaje legal es demasiado técnico.
Definir el Problema: Entiendes que el verdadero problema es la comunicación: los documentos no están escritos de una manera que tus clientes puedan entender fácilmente.
Idear Soluciones (Ideación): Empiezas a pensar junto con tu equipo en diferentes maneras de solucionar esto. ¿Qué tal si creas resúmenes en lenguaje sencillo? ¿O tal vez videos explicativos? ¿Qué tal una aplicación que simplifique la información de manera automática?
Crear una Solución Simple (Prototipado): Decides crear un resumen sencillo para un documento legal y se lo das a unos pocos clientes.
Probar y Mejorar (Pruebas): Pides a estos clientes su opinión. Te dicen que el resumen les ayudó mucho y que la aplicación es muy útil pero que podría mejorar. Con sus comentarios, haces algunos cambios para hacerlo aún mejor.
Al final, no solo has resuelto un problema para tus clientes, sino que también has mejorado tu servicio, haciéndolo más amigable y accesible. Esto puede llevarte a tener clientes más satisfechos y, posiblemente, a atraer a más clientes.
Así que sí, el pensamiento de diseño se usa en serio y puede ser muy útil, incluso en áreas como la prestación de servicios legales, donde ayuda a entender y resolver problemas desde la perspectiva de los clientes.
Juan Carlos Lancheros Gámez